domingo, 20 de diciembre de 2009

Mata la navidad, celebra el existir

No necesito de la navidad, ni del 14 de febrero,
para decirte que te quiero,
de hecho no los necesito para nada más tampoco.

No necesito comprarte nada.
No necesito vestirme como dicen que debo hacerlo,
ni ir a París o algo parecido,
ni ser musculoso, eso creo,
o hacer muchos chistes y tener una barbilla determinada
y unos ojos determinados.
Eso creo.

Mata la navidad, celebra el existir.

¿Es que el ser humano es tan fácil de domesticar,
y le dicen todo lo que debe hacer, hasta cuándo, cómo y a quién querer?
La respuesta es obvia, pero quería preguntar de todos modos.

Para decirlo en términos que todos entendamos (espero):
para mí siempre es navidad y 14 de febrero.

Con la DIFERENCIA
de que no puedo creer en ese tipo de celebraciones,
inventadas por unos comerciantes
(la iglesia es una gran comerciante también, y de las peores),
que en los millones de esclavos que las practican,
a veces expresan amor
y muchas veces, varias toneladas de hipocresía y simplemente moda.

Mata la navidad, celebra el existir.

La gracia
El amor
La paz
se ofrecen
y se cultivan
no se compran.

Sus ritmos son como los de las aves migratorias o las canciones honestas:
No esperan que otros les digan cuándo empezar.
Y su fuerza puede ser más grande que la de todos los volts de un mall,
y hacer florecer en plena oscuridad.

*Por cierto, veo que en 2007 publiqué otra cosa antinavideña jaja.
** Por cierto, todos los abrazos de buena fe son siempre bien recibidos.

sábado, 10 de octubre de 2009

Declaración de los derechos del hombre (¡y de la mujer!)

Tiene derecho a permanecer en silencio
Tiene derecho a decir cosas cómodas
Tiene derecho a ser normal y creerse especial
Tiene derecho a sentirse superior a los de otro color, país o forma de nariz
Tiene derecho a imitar lo que todos hacen
Tiene derecho a trabajar mucho
Tiene derecho a comprar
Tiene derecho a vender
Tiene derecho legítimo a tratar de abusar del otro
Tiene derecho a consumir drogas legales
Tiene derecho a portarse bien
Tiene derecho a votar
Tiene derecho a casarse, tener hijos y celebrar eso
Tiene derecho a creer en dios e idolatrar cosas y personas
Tiene derecho a tratar de complacer siempre a los demás
Tiene derecho a sentirse noble
Tiene derecho a sentirse insatisfecho de sí mismo
Tiene derecho a sentirse culpable y deprimido si no obedece perfectamente

miércoles, 7 de octubre de 2009

La enfermedad de Madame Bovary

Había escuchado tantas tonterías sobre esta novela que no tenía ganas de leerla. Es increíble cómo la crítica (tanto académica como ordinaria, aunque la primera también puede ser muy ordinaria) puede tergiversar tanto un libro con sus interpretaciones banales, al grado de que realiza una especie de censura y de difamación de obras literarias que valen la pena, o al contrario, de promoción de verdadera basura.
Me animé a leerla porque Michel Onfray critica el bovarismo. Antes sólo había escuchado reivindicaciones de esta dama: que era una mujer valiente que se había atrevido a serle infiel a su esposo y era una especie de mártir de las feministas. Añadámosle a eso la extensión y minuciosidad de las novelas realistas del siglo XIX...
Cuando se genera controversia de un asunto sobre el cual todas las opiniones parecían coincidir, se genera necesariamente interés. Además, el tema de la moral y la libertad, en específico en su relación con el erotismo, es fundamental.
¿Es Emma Bovary una mujer valiente, atrevida y liberada? No lo suficiente. No se distingue mucho del resto de la sociedad, que también es crudamente criticada por Flaubert. Quizá la diferencia esencial entre ella y los demás consiste en su mayor desprecio por la vida y su tendencia a buscar el sufrimiento.
Todos los personajes son en mayor o menor grado farsantes, frívolos y cobardes.
Emma recuerda a otro personaje del escritor: Felicidad, de “Un corazón simple”: una chica abandonada que termina por aferrarse al amor de un perico e imaginar que le habla, aunque esté muerto. El caso de Emma es aún más grave, porque es abandonada en primer y último lugar por ella misma. Y teniendo todos los recursos, los desperdicia hasta quedar en la ruina económica y emocional.
El bovarismo consiste en estar permanentemente insatisfecho, anhelando lo que no se tiene y despreciando lo que se tiene, aunque antes haya sido muy deseado. Es una idealización de lo deseado, muy acorde, valga la redundancia, con las filosofías idealistas, que exaltan mundos ficticios y “superiores” en detrimento de lo inmanente y material (la “filosofía” perfecta para el consumismo y la sumisión). Al mismo tiempo, es frívola. Su hombre perfecto no sólo debe ser guapo y romántico, sino también rico y con maneras artistócratas.
El cristianismo es parte de la decoración grandilocuente y de la exaltación narcisista de imaginarse a uno mismo como mártir a pesar de su egoísmo. El amor cortés, que glorificaba el adulterio a finales de la Edad Media, y que era practicado por las élites (de hecho era obligatorio tener amantes en la herejía cátara, de donde parte, según una hipótesis), se vulgarizó en Occidente, como observa Denis de Rougemont, y ahora hasta la clase dominada puede darse esos lujos tortuosos y telenovelescos. Es necesario aclarar que este no es un comentario moralista contra el adulterio. La monogamia es en principio un orden “funcional” en la propiedad privada. No obstante, esa exaltación cortés y romántica del adulterio que sufre Emma sólo la lleva al ascetismo. Paradójico: que el erotismo se convierta en una forma de castigo al cuerpo y de vacío interior. El erotismo que practica Emma nunca la libera, sino que la esclaviza.
Por eso nada puede ser más descabellado que decir que Flaubert defendía el adulterio de Emma y que lo consideraba una forma de liberación femenina. Flaubert no lo condena, pues no es un escritor conservador, al menos en ese aspecto, pero tampoco lo exalta por sí mismo. Es capaz de comprender que tanto el matrimonio como el adulterio son sistemas de sumisión de los integrantes que, de hecho, son interdependientes.
La hija de Emma y Carlos crece en el abandono, mientras sus padres van muriendo presas de la estupidez y la ruina y el resto de los vecinos del pueblo vive en sus ilusiones mezquinas.

martes, 6 de octubre de 2009

Neta de saber e ignorar

Hay tres clases de ignorancia: no saber lo que debiera saberse, saber mal lo que se sabe y saber lo que no debiera saberse.

François de La Rochefoucauld

jueves, 17 de septiembre de 2009

Hundidos en la descomposición corporativa. Pero de la podredumbre también nace la vida

El documental The Corporation (Mark Achbar, Jennifer Abbott y Joel Bakan, 2003) explica claramente cómo las empresas capitalistas pasaron, de ser limitadas por los gobiernos y restringidas a una zona, a ser transnacionales prácticamente intocables y con el control de muchísimos recursos.
Hoy en día es fácil darse cuenta de cómo las grandes compañías son las que mandan en casi todos los aspectos de la vida: alimentación, salud, entretenimiento, vestido, comunicaciones, vivienda, política, sexualidad, arte, etcétera. Lo grave de la situación, y de lo que por desgracia mucha gente no se ha percatado, es
1) la manera terrible en la que obtienen los recursos y el poder,
2) el daño que causan en sí mismos muchos de los productos que nos venden y
3) que devolverle a la vida un poco de la dignidad que han ultrajado implica combatir todo el aparato social en el que estamos inmersos.
Todos estos aspectos ya han sido estudiados ampliamente por filósofos, sociólogos, economistas y científicos que han querido llegar al fondo de los problemas. Han dado varias alternativas, algunas de las cuales son utópicas (Marx así llamó a algunas propuestas socialistas de filósofos como Saint-Simon y Owen; ahora que para muchos el mismo Marx también es utópico).
Por supuesto, la pregunta ya no es por qué el mundo está tan mal ni por causa de quiénes, sino qué hacer para remediarlo. Y esa ha sido una buena pregunta desde hace mucho mucho tiempo.
El ser humano, sabiendo hablar y escribir, siendo supuestamente inteligente, teniendo memoria y objetos para conservar la memoria (libros, computadoras, fotografías, películas, edificios, esculturas...), parece no aprender de su historia colectiva, y a veces ni siquiera aprende de su historia individual.
De este modo, temas que para algunos ya están obsoletos y se han discutido desde hace siglos, siguen apareciendo como interrogantes, por el simple hecho de que la realidad demuestra no haber superado esa condición de miseria que tiene desde hace milenios.
Podría criticarse del documental el no dar una alternativa clara ante el sistema capitalista actual. Pero esa es una exigencia mayúscula, pues ¿quién la tiene ahora? Eso sí, la cinta parece indicar que es posible un capitalismo “humano”, preocupado sinceramente (hay que subrayar esta palabra ante la moda pseudoecológica y orgánica que han adoptado las corporaciones y los gobiernos como una simple máscara bonachona) por los seres humanos y la naturaleza. Un capitalismo moderado. Eso, que se parece mucho a la socialdemocracia (impracticable por cierto en gran parte del planeta), es una falsa solución, una evasión. Una trampa para dar después la puñalada por la espalda. El capitalismo tiene un lado humano, porque está hecho por humanos, pero es justamente el lado monstruoso del ser humano. No ha habido un capitalismo no monstruoso. Y no lo puede haber. No nos hagamos ilusiones ni compremos su publicidad.
Me gustó, sobre todo, la última entrevista a Michael Moore, quien se ha merecido el respeto de la gente con sus programas y películas que siempre van mucho más allá del entretenimiento o la información, que pasan o buscan pasar a la acción social. Dice que pudiera parecer contradictorio que él haga películas donde ataque constantemente a las grandes empresas y lo que representan y que grandes empresas produzcan y distribuyan sus películas. Sabe perfectamente que lo financian porque hace productos vendibles y a ellos lo único que les interesa es vender. Además, creen que no habrá mayores consecuencias y que la gente se quedará en su sillón al terminar la película. A pesar de eso dice que está convencido de que mucha gente no se quedará solamente en su sillón. Algo pasa en sus cabezas, la indignación se acumula y crece, la chispa de la rebelión, aunque débil aún, no está apagada y es peligrosa para el sistema. Creo que esa es la meta que debe tener todo crítico del sistema en la actualidad. Una meta realista, pues no estamos en un momento de mucha fuerza del proletariado como para hacer la revolución que quisiéramos. Una meta que aunque parezca corta, es una grieta que crecerá.

sábado, 5 de septiembre de 2009

Cambios

Yes there are two paths you can go by
But in the long run
There's still time to change the road you're on

Led Zeppelin, "Stairway to Heaven"

martes, 11 de agosto de 2009

Una buena definición de humano

El ser humano no es un animal racional, sino sólo capaz de razonar.
Jonathan Swift

lunes, 10 de agosto de 2009

La religión, un ridículo compartido

La película Religulous (2008, traducida como Reli¿qué?) es simplemente genial. Bill Maher hace lo que Sócrates: conversar con la gente, preguntándole cosas de sus propias creencias usando la razón. No tardan muchos segundos en caer en las contradicciones o francas mentiras. Y es que, en efecto, las religiones y creencias esotéricas en general se blindan contra la inteligencia, pero ella es siempre más fuerte.
Ahí está la evidencia de las mentiras, sólo hay que querer verla. Moralmente, las religiones son misóginas, homofóbicas, racistas, genocidas, y los líderes religiosos enriquecidos, del mismo modo que los que ocupan cargos públicos. Todos ellos viven de engañar y someter a la gente. Históricamente, las religiones se copian mutuamente desde hace miles de años, no tienen nada de original, más que la combinación que hacen. Racionalmente, dicen cosas estúpidas, como la resurrección, el embarazo de una virgen, las razas superiores y pueblos elegidos, animales parlantes, caballos voladores, voces del cielo...
No tiene favoritismos, lo mismo cristianismo, judaísmo, islam, panteísmos, creencias en aliens. Es una película muy graciosa, extremadamente en ocasiones. Sin duda la combinación religión-ridículo del título en inglés es afortunada, pues los entrevistados son los mejores cómicos que he visto.
Pero el lado oscuro es insoslayable. Maher subraya la responsabilidad que tienen todos los creyentes, y no sólo los líderes corruptos. Incluso quienes creen a medias. Dice que del mismo modo que uno debe salirse de un partido político racista, uno debe salirse de las religiones, pues todas tienen mucha sangre y mentiras arrastrando. Ellas, en efecto, siempre relacionadas "casualmente" con políticos y hombres poderosos, son causantes de la destrucción que vive el planeta y sus habitantes. No podemos seguir apoyándolos. Es más, es urgente y necesario enfrentarlos.

miércoles, 5 de agosto de 2009

El ladrón de orquídeas (Adaptation) y el problema de escribir

Esta película cuenta la historia de un guionista (Charlie Kaufman —quien en la vida real es un importante guionista—, Nicholas Cage) que no sabe cómo adaptar un libro al cine. La novela se llama justamente El ladrón de orquídeas, y narra la experiencia de una reportera (Susan Orlean, Meryl Streep) que investiga el robo de orquídeas y termina fascinada con el ladrón (John Laroche, Chris Cooper), un patán que en su novela es retratado como un sabio filósofo que le revela a Susan el sentido de la existencia. Charlie es tímido y está acomplejado, se enamora de todas las mujeres y con ninguna tiene éxito. Es el inverso de su hermano gemelo Donald. Su hermano lo convence de seguir a Susan para averiguar más de su vida y descubren que es amante de Laroche y es adicta a una droga exótica que él le da. Charlie a su vez es descubierto mientras ellos tenían sexo y es perseguido a balazos por Susan, quien está dispuesta a matarlo con tal de que nadie se entere de esa parte de su vida. Se oculta con su hermano en el pantano, Laroche muere mordido por un cocodrilo y Donald muere por un balazo. Todo se aclara con la policía. Finalmente, Charlie se atreve a besar a una chica de la que está enamorado pero a la que nunca le dijo nada y, aunque ella tiene novio, le corresponde en los sentimientos. La cinta termina en que Charlie sabe cómo hacer la adaptación: hablará de sí mismo, de cómo se siente feliz porque es correspondido.
Lo que me pareció más interesante de esta película es que refleja el problema literario de sobre qué escribir. Charlie no sabe cómo hacer la adaptación. Está fascinado con la historia y con la autora, de quien se enamora platónicamente, sin conocerla. No sabe cómo empezar. En una conferencia sobre guionismo, el conferencista (Robert McKee, Brian Cox), dice que un guionista no debe hacerle perder el tiempo al espectador, sino que debe contar grandes historias que emocionen a la gente. Charlie dice que él no sabe qué contar, porque a él no le pasa nada grandioso y las cosas grandiosas casi no pasan en la vida real. McKee le dice que sí pasan. Hay guerras, traiciones, miseria, amor, cosas grandiosas y reales sobre las cuales escribir. Pero Charlie siente eso lejano de cualquier modo. Siente que escribir de eso es muy artificial y trillado, y por otro lado, tampoco le ve caso escribir de su existencia gris y frustrada ni evadirse inventándose una vida que no tiene nada que ver con la suya.
La novela de El ladrón de orquídeas cobra vida en la persecución que termina en dos muertes y en la ruina de la imagen de Susan Orlean como escritora brillante y sensible, pues es sólo una ambiciosa de doble moral. Esta película humaniza al escritor, encarnado en Charlie Kaufman, su hermano Donald (quien escribe novela policiaca), y en Susan. Ninguno de los tres es el gran genio en el sentido tradicional. Charlie no sabe cómo escribir ni cómo vivir, Donald sólo está a la caza de anécdotas originales y vacías, y Susan escribió un best-seller y es una farsante. Sin duda, me quedo con Charlie, quien al no tener una gran historia qué contar, nos cuenta su historia, profundamente humana y sincera, pues la literatura no consiste en realidad en contar historias emocionantes que nos hagan sentir que vivimos una aventura exótica y extrema y que nuestra vida se ha solucionado, o no tan sólo en eso. La literatura (y, en este caso, el cine también, arte en el que es aún más difícil encontrar reflexiones sobre el mismo quehacer de autor y espectador pues la inversión económica está centrada en entretener al pueblo), para Charlie Kaufman y para muchos artistas contemporáneos, es un espejo de lo que el ser humano es realmente, sin grandeza ni perfección, o con la grandeza de su sencillez y sus debilidades que, finalmente, conducen a la conciencia y al enfrentamiento de la vida misma.

miércoles, 17 de junio de 2009

La era de la fugacidad

Hace unos días conversaba con Valquiria Wey sobre la novela actual. A propósito de mi investigación sobre César Aira, quien tiene novelas de cien páginas que además corren a un ritmo vertiginoso. Ella decía que en la actualidad la gente ya no quiere leer novelas extensas. La vida ahora es tan acelerada, que leer novelotas es una actividad que contrasta mucho con lo demás, sobre todo en una sociedad tan audiovisual como la nuestra, donde a lo más uno está dos horas viendo una película que de hecho, si no es emocionante, abandona. Repliqué: ¿pero y los best-sellers? El Código da Vinci o Crepúsculo son novelas gruesas, y muchas veces constituyen continuaciones. "Novelas de alberca", me dijo, con toda razón. La gente las lee muchas veces para distraerse y tener tema de plática y hacerse los cultos actualizados, mientras puede estar de vacaciones. Son ciertamente literatura ligera, con suspenso pero sin profundidad. Pero aún así, ¿pasarse la tarde leyendo, como en el siglo XIX, cuando no había televisión? Eso, en efecto, ya se acabó. Yo mismo debo confesar que Aira me atrajo por su brevedad, entre otras cosas. Quízá estamos en una era en la que concentrarse durante un tiempo considerable (a veces quisiera que mis alumnos se concentraran al menos por cinco minutos) y aprehender historias largas cada vez es más anacrónico.

Fracaso de elecciones


En unos días habrá elecciones en México. No son las presidenciales, pero de todos modos habrá fraude. Es más, todavía ni son los comicios y ya se hizo el fraude. ¡No cabe duda que en México vamos siempre a la vanguardia! El PRD ha demostrado ser tan sucio como el inmutable PRI y el oportunista PAN. De los otros partidos ni hablar: uno está controlado por la mafiosa de Elba Esther, que ahora además de tener al SNTE tiene un programa en Teidiotiza; el Verde Ecologista exige la pena de muerte como solución a la delincuencia, y bueno, todos llenan el país de basura y de frases huecas. Desde 2006, tras el evidente fraude que llevó a Calderón al "triunfo", muchos nos preguntamos: ¿para qué votar? Si de todos modos no se respetará nuestro voto. Así pues, el sistema se empeña en demostrar su ineptitud: si ganan por verdadera elección mayoritaria, se encargan de decepcionar a la gente pronto, y si hacen fraude, pues no tiene la más mínima legitimidad. Y realmente no estoy diciendo nada nuevo ni divulgando información ultrasecreta. Cualquiera que ponga un poco de atención podrá darse cuenta. Pero además, desde 2006 el PRD sufrió un proceso de putrefacción acelerado, que le permitió empatar con sus rivales. Un partido como este, que a lo más ofrecía migajas populistas, cada vez está más lejos de ofrecer ni siquiera eso. Por eso yo ya no iré a perder mi tiempo a las urnas. Porque ni siquiera puedo votar por el "menos peor". Todos están igual. Quizás algún día la gente se organice de verdad para su beneficio. Me niego a seguirles el juego. Si nadie va a votar, quiero ver qué van a hacer.

martes, 16 de junio de 2009

Iron Maiden y el lado alegre de la vida


Superando por momentos mi estado misántropo y pesimista, escribo esto. Ayer vi la nueva película de la banda de heavy metal Iron Maiden, llamada Flight 666. Es una especie de documental de su viaje por el mundo en su última gira, en un avión propio piloteado por el cantante propio: Bruce Dickinson. Al final, cuando pasan los créditos, ponen la canción de Monty Python "The Bright Side of Life" (transcrita abajo), misma que ponían al final de sus conciertos de esta gira. Sólo entonces, después de ver la película, pude entender que esa es su filosofía. Y aunque ahora sean "ricos y famosos" (frase cliché de ahora jeje), no podemos calificar a estos rockeros de superficiales. Basta con leer una letra de sus canciones y sentir la fuerza de la voz, las guitarras, el bajo, la batería... Son músicos-filósofos, como de hecho tendrían que ser todos los músicos y los filósofos de un modo u otro, en esa exquisita mezcla entre deleite y conocimiento. Los veo sonreír cuando hablan en las entrevistas, cuando hacen deporte, cuando tocan en el escenario. No son estas caras largas y este castigo al cuerpo que algunas bandas de metal (muchas de ellas excelentes, por otro lado) tienen. Es un pensamiento del rock como protesta contra el sistema y a la vez como goce del cuerpo y de la vida propia. Porque, de hecho, una cosa no va separada de la otra. Es más, son complementarias. Dicen que no buscan el dinero, sino que tocan porque eso es lo que les gusta hacer. Se nota. Si sólo fuera dinero, ya podrían haberse retirado o hubieran bajado su calidad, como algunas bandas consagradas lo han hecho. Y no ha sucedido eso. De cualquier modo, no me cabe duda que, a pesar de la vulgarización y del lucro, Iron Maiden es una gran banda de rock, con una filosofía madura que pocas alcanzan. El tema de los geniales humoristas de Monty Python, puesto al final de los conciertos, lejos de ser una despedida, es un saludo a la vida, siempre complicada y muchas veces injusta, pero que también permite la posibilidad de la ironía, de la risa, del canto y el silbido:


Some things in life are bad
They can really make you mad
Other things just make you swear and curse
When your chewin on lifes gristle
Don't grumble, give a whistle
And this'll help things turn out for the best

And, always look on the bright side of life
(whistle)
Always look on the light side of life
(whistle)

If life seems jolly rotten
There's something you've forgotten
And thats to laugh and smile and dance and sing
When your feeling in the dumps
Don't be silly chumps
Just purse your lips and whistle
That's the thing

And, always look on the bright side of life
(whistle)
Always look on the light side of life
(whistle)

For life is quite absurd
And deaths the final word
You must always face the curtain with a bang
Forget about your sins
Give the audience a grin
Enjoy it, it's yoour last chance to get out

So always look on the bright side of death
(whistle)
Just before you draw your terminal breath
(whistle)

Lifes a piece of Shit
When you look at it
Lifes a laugh and deaths a joke its true
You'll see its all a show
Keep 'em laughin' as you go
Just remeber that the last laugh is on you

And, always look on the bright side of life
(whistle)
Always look on the right side of life
(whistle)
( x6 )

sábado, 13 de junio de 2009

Los humanos crean a su dios a su imagen inversa

"Mortales, finitos, limitados, dolidos por esas constricciones, los humanos, preocupados por la completud, inventan una potencia dotada precisamente de las cualidades opuestas: con sus defectos dados vuelta como los dedos de un par de guantes, fabrican las cualidades ante las que se arrodillan y luego se postran. ¿Soy mortal? Dios es inmortal. ¿Soy finito? Dios es infinito. ¿Soy limitado? Dios es
ilimitado. ¿No lo sé todo? Dios es omnisciente. ¿No lo puedo todo? Dios es omnipotente. ¿No tengo el don de la ubicuidad? Dios es omnipresente. ¿Fui creado? Dios es increado. ¿Soy débil? Dios encarna la Omnipotencia. ¿Estoy en la tierra? Dios está en el cielo. ¿Soy imperfecto? Dios es perfecto. ¿No soy nada? Dios es todo,
etcétera.
Por lo tanto, la religión se convierte en la práctica por excelencia de la alienación; supone la ruptura del hombre consigo mismo y la creación de un mundo imaginario en el cual la verdad se encuentra investida imaginariamente. La teología, afirma Feuerbach, es una «patología psíquica», a la que opone su antropología basada en una especie de «química analítica». No sin humor, propone una «hidroterapia neumática»: utilizar el agua fría de la razón natural contra los calores y vapores religiosos, en especial, los cristianos..."

Michel Onfray, Tratado de ateología

lunes, 8 de junio de 2009

Radical negación de la negación en "Escupiré sobre vuestra tumba" de Boris Vian

Hoy celebro la publicación de este ensayo por parte de la página del posgrado en Letras de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. También celebro mi cumpleaños jeje. Va el link:

http://www.filos.unam.mx/POSGRADO/programa/letras/vian.html

jueves, 28 de mayo de 2009

No puedo soportaros junto con vuestro Arte

"yo deseo tanto esquivarme de vuestro Arte, señores, como de vosotros mismos, ¡pues no puedo soportaros junto con vuestro Arte, vuestras concepciones, vuestra actitud y todo vuestro medio artístico! (...) vosotros, en vez de procuraros concepciones y opiniones según vuestra propia realidad, os adornáis con plumas ajenas, y he aquí por qué os transformáis en eternos candidatos y aspirantes a la grandeza y la perfección, eternamente impotentes y siempre mediocres; os volvéis sirvientes, alumnos y admiradores del Arte, que os mantiene en la antesala. (...) Ante todo, romped de una vez con esa pañabra: arte, y también con esa otra: artista. Dejaos de hundiros en esas palabras que repetís con la monotonía de la eternidad. ¿No será cierto que cada uno es artista? ¿No será así que la humanidad crea el arte no sólo sobre el papel y la tela, sino en cada momento de la vida cotidiana? (...) reducís el contacto del hombre con el arte casi exclusivamente a la emoción estética, concibiendo a la vez ese contacto en un sentido demasiado particular y apartado, justamente como si cada uno conviviese con él en la soledad más absoluta, herméticamente aislado de los demás hombres. (...) Así, cuando el pianista aporrea a Chopin sobre el estrado, decís: el encanto de la música de Chopin en la congenial
interpretación del Gran Pianista arrastró y encantó a los Oyentes. Mas posiblemente y en realidad casi ninguno de los oyentes quedó encantado. Es posible que si ellos no hubiesen sido enterados de que Chopin era un gran Genio y aquel pianista un Gran Pianista, habrían recibido la cosa con menos encanto. También es posible que si cada uno de ellos, empalidecido por el entusiasmo, aplaude, grita y se contorsiona, esto se debe a que los demás también aplauden y se contorsionan; porque cada uno cree que los demás experimentan un goce enorme, una conmoción supraterrestre, y por eso él también empieza a demostrar señales de goce; y de tal modo puede ocurrir que en la sala nadie en absoluto sea encantado directa e inmediatamente, y sin embargo todos- estén demostrando efectos de un excepcional encanto, pues cada uno se adapta a las manifestaciones y exteriorizaciones de su vecino."

Witold Gombrowicz, Ferdydurke

sábado, 16 de mayo de 2009

Buena vibra samurai

"Among the maxims on Lord Naoshige's wall, there was this one: 'Matters of great concern should be treated lightly.' Master Ittei commented, 'Matters of small concern should be treated seriously.'"

Traducción en chinga: Naoshige: "Los problemas graves deben ser tratados de manera ligera." Ittei: "Los problemas pequeños deben ser tratados seriamente."

"There is surely nothing other than the single purpose of the moment. A man's whole life is a succession of moment after moment. If one fully understands the present moment, there is nothing left to do, and nothing else to pursue."

Traducción en chinga: Seguramente no hay nada más que el propósito del momento. Toda la vida de un hombre es una sucesión de momentos. Si uno comprende plenamente el momento presente, no hay nada más que hacer y nada más que perseguir.

Yamamoto Tsunetomo, Hagakure, en la peli Ghost Dog de Jim Jarmush (los samurais son la onda, independientemente de que representen el feudalismo japonés jaja). Aquí hay más, de Miyamoto Musashi, El libro de los Cinco Anillos:

"No debemos de apegarnos a ningún arma en particular, o a ninguna otra cosa. El exceso es lo mismo que la insuficiencia."

"La armonía y la falta de ritmo se presentan en todas las formas de vida. Debemos distinguir con cuidado entre los ritmos con que progresan las cosas y los ritmos con que se deterioran."

viernes, 8 de mayo de 2009

Neta de Huidobro

La sociedad es una enorme guillotina.
Vicente Huidobro, Papá o el diario de Alicia Mir

Destruir es fácil, lo difícil es construir. ¡Qué disparate! La verdad es que es más fácil construir que destruir; trata de destruir en el hombre la idea de patria, de religión, de familia, trata de destruir cualquiera idea, cualquiera costumbre, y verás si hay algo más difícil.
También Huidobro, La próxima

lunes, 27 de abril de 2009

Influenza y otras cosas a "curar"

El siguiente video ilustra muy bien, entre otras cosas, la situación actual del virus de la "influenza" que, gracias a los medios de comunicación y el gobierno, tiene aterrorizado a medio planeta ya. Ahora, el virus es una realidad, producto de la negligencia de los capitalistas porcinos jaja, y de las mismas mutaciones. Un problema que en realidad no se está controlando. No podemos decir que es puro complot gubernamental, pero tampoco que es puro fenómeno biomédico. Como siempre, entran en juego muchos factores.

sábado, 11 de abril de 2009

Tema tabú: la religión

Qué raro que a la gente no le guste hablar de religión a menos que sea fanática. Tienen un pudor muy especial. Tienen miedo a la confrontación, sin duda. Pero también a pensar.

Semana santa

Es semana santa. Celebro que Cristo haya muerto en mí. Celebro mi resurrección a la vida terrenal, que es la única. Bebo vino y como pan, pero es sólo vino y sólo pan. Eso es lo más sabroso. Sólo vino. Sólo pan.

Sobre Cinismos de Onfray

Cinismos es, como otros textos de Onfray, uno de los libros que se necesitan escribir y leer. Hacen falta libros así: sinceros, sin pretensiones, directos, que hablen de la vida y no de ilusiones. Explica la filosofía cínica, tan antigua y tan vigente en la actualidad como la platónica, que ha sido utilizada por los poderosos para la manipulación, es decir, para disminuir el pensamiento libre y crítico que, de hecho, es la auténtica filosofía. En el “Apéndice. Fragmentos del cinismo vulgar", enlista a los principales representantes de los "cínicos", de los descarados que detentan el poder de manera brutal. Iglesia, Estado, ejército, e incluso revolucionarios. Sobre este último punto me interesa detenerme. Onfray ataca la violencia revolucionaria y critica a dos de sus principales figuras morales: Lenin y Trotski. Después de hablar de Hitler… De Trotski la cita sin duda más brutal es esta: “La revolución no se concibe sin violencia ejercida sobre terceros y, teniendo en cuenta la técnica moderna, sin las muertes de ancianos y niños.” La crítica a la violencia revolucionaria es ciertamente un asunto complicado y polémico.
Sin duda, una revolución implica violencia previa. Se plantea como violencia contra los opresores, contra la clase dominante. Es una violencia defensiva a la que ejercen los burgueses a través principalmente de la explotación de los trabajadores. Su objetivo es transformar todo el sistema, empezando por la estructura económica, que mantiene y genera las superestructuras ideológicas. Y obviamente, los capitalistas no permitirán esto, y esta transformación radical no se puede hacer “democráticamente”, es decir, con candidatos de partidos burgueses que ofrezcan migajas al pueblo (esto sirve como reflexión sobre los gobiernos de “izquierda” en América Latina y en el mundo capitalista actual). La única alternativa parece ser, en efecto, la violencia. Pero contra ancianos y niños… Es aquí cuando la moral burguesa y cristiana, como observa Trotski, sale a flote. Existen dictadores y genocidas ancianos cuyos crímenes se han mantenido impunes. Por otro lado, la experiencia soviética que en un principio indudablemente hizo temblar a los capitalistas y empezó a cambiar realmente la vida de mucha gente, pronto fue corrompida. La contrarrevolución empezó a actuar el mismo día que triunfó la revolución, algo nada sorprendente, hasta que llevó a la muerte del comunismo burocratizado. Por no hablar de otros movimientos que en realidad no fueron ni siquiera revoluciones y no trajeron cambios suficientemente favorables, como la mexicana. La revolución debe ser internacional. Y evidentemente, si eso pasa, aún falta tiempo a mi parecer. ¿Qué esperanza se puede depositar en el género humano? ¿Vale la pena derramar tanta sangre (porque, eso es lo peor, la sangre que se derrama es del pueblo, pocas veces de burgueses)?
Es cierto que los revolucionarios y quienes los apoyan tienen esperanzas, aunque sea pocas. Quizá no una esperanza pasiva pero sí creen que después de la verdadera revolución las cosas cambiarán radicalmente. Onfray cree que no. Es abiertamente contrarrevolucionario. Desde luego, como cínico, aborrece el orden burgués de miseria y frivolidad. Pero no tiene ninguna esperanza en los seres humanos. Está convencido de que el poder corrompe y, como Antístenes, cree que uno debe tener con la política una distancia semejante a la que se tiene con el fuego: ni tan lejos que uno se congele, ni tan cerca que uno se queme. Es bastante individualista (lo cual no es necesariamente burgués), desconfía con razón de todo proyecto colectivo, donde se erigen sacerdotes que dictan reglas y persiguen disidencias y, siempre en nombre del bien común, se somete a la mayoría y se le inflama de fervor patrio o sectario. ¿Pero de qué otra manera puede hacerse una revolución o un cambio que no sea de manera colectiva? Onfray ya se hizo a la idea, ya se resignó, a que la sociedad siempre va a ser nefasta o al menos mediocre. No es algo natural, para nada, pero la dominación está demasiado arraigada en todas las culturas. ¿Cómo confiar, sobre todo en este momento histórico, en que la sociedad será diferente? Onfray cree en la lucha, es inevitable si se tiene dignidad y necesidad. Pero no cree en la esperanza. Se niega a narrar un futuro luminoso para una humanidad que está en la penumbra, se niega al bovarismo, a tener ilusiones y a que la vida presente se deposite en ellas. Si algo puede uno hacer, más que soñar y trabajar para “alcanzar ese sueño” (frase que en efecto suena burguesa), es liberarse lo más que se pueda ahora, en el presente, y desestabilizar lo más que se pueda el orden impuesto.

martes, 27 de enero de 2009

The Illusion of Obama


Me parece patético que haya gente que cree que sólo porque el presidente electo de Estados Unidos es negro todo o al menos muchas cosas van a cambiar. El capitalismo hace cirugías plásticas y diseña imágenes "novedosas", y la gente aplaude y grita, justo antes de ser arrojada a la máquina de trituración. Los nazis genocidas y explotadores que dominan el mundo pueden soportar a este hombre con tal de aplacar por un momento a la gente.