viernes, 29 de abril de 2011

Fragmentos de la Carta para Arias Montano

Los siguientes fragmentos de Francisco de Aldana (1537-1578) pertenecen al poema que le escribió a Benito Arias Montano (1527-1598), humanista, biblista y biólogo. No claudico de mi ateísmo a pesar de las referencias cristianas de este poema. Lo que para Aldana es Dios, para mí es la iluminación.

(...)

Pienso torcer de la común carrera
que sigue el vulgo y caminar derecho
jornada de mi patria verdadera;

entrarme en el secreto de mi pecho
y platicar en él mi interior hombre,
dó va, dó está, si vive, o qué se ha hecho.

Y porque vano error más no me asombre,
en algún alto y solitario nido
pienso enterrar mi ser, mi vida y nombre

y, como si no hubiera acá nacido,
estarme allá, cual Eco, replicando
al dulce son de Dios, del alma oído.

(...)

En tierra o en árbol hoja algún bullicio
no hace que, al moverse, ella no encuentra
en nuevo y para Dios grato ejercicio;

y como el fuego saca y desencentra
oloroso licor por alquitara
del cuerpo de la rosa que en ella entra,

así destilará, de la gran cara
del mundo, inmaterial varia belleza
con el fuego de amor que la prepara;

y pasará de vuelo a tanta alteza
que, volviéndose a ver tan sublimada,
su misma olvidará naturaleza,

cuya capacidad ya dilatada
allá verná do casi ser le toca
en su primera causa transformada.

(...)

No tiene que buscar los resplandores
del sol quien de su luz anda cercado,
ni el rico abril pedir hierbas y flores;

pues no mejor el húmedo pescado
dentro del abismo está del oceano,
cubierto del humor grave y salado,

que el alma, alzada sobre el curso humano,
queda, sin ser curiosa o diligente,
el íntimo calor que en él se siente.

Digo que puesta el alma en su sosiego
espere a Dios, cual ojo que cayendo
se va sabrosamente al sueño ciego,

que al que trabaja por quedar durmiendo,
esa misma inquietud destrama el hilo
del sueño, que se da no le pidiendo.

Ella verá, con desusado estilo,
toda regarse, y regalarse junto,
de un salido de Dios sagrado Nilo;

recogida su luz toda en un punto,
aquella mirará de quien es ella
indignamente imagen y trasunto

y, cual de amor la matutina estrella
dentro del abismo del eterno día,
toda se cubrirá luciente y bella.

Como la hermosísima judía
que, llena de doncel, novicio espanto,
viendo Isaac que para sí venía,

dejó cubrir el rostro con el manto,
y descendida presto del camello
recoge humilde al novio casto y santo,

disponga el alma así con Dios hacello
y de su presunción descienda altiva,
cubierto el rostro y reclinado el cuello,

y aquella sacrtosanta virtud viva,
única, creadora y redentora,
con profunda humildad en sí reciba.

(...)

Un monte dicen que hay sublime y alto,
tanto que, al parecer, la excelsa cima
al cielo muestra dar glorioso asalto

y que el pastor, con su ganado, encima,
debajo de sus pies correr el trueno
ve dentro el nubiloso, helado clima,

y en el puro, vital aire sereno
va respirando allá, libre y exento,
casi nuevo lugar, del mundo ajeno,

sin que le impidael desmandado viento,
el trabado granizo, el suelto rayo,
ni el de la tierra grueso, húmedo aliento.

Todo es tranquilidad de fértil mayo,
purísima del sol templada lumbre,
de hielo o de calor sin triste ensayo

Pareces tú, Montano, a la gran cumbre
deste gran monte, pues vivir contigo
es muerte de la misma pesadumbre,

es un poner debajo a su enemigo:
de la soberbia el trueno estar mirando
cuál va descomponiendo al más amigo,

las nubes de la envidia descargando
ver, de murmuración duro granizo,
de vanagloria el viento andar soplando,

y de lujuria el rayo encontradizo,
de acidia el grueso aliento y de avaricia,
con lo demás que el padre antiguo hizo;

y desta turba vil que el mundo envicia
descargado, gozar cuanto ilustrare
el sol en ti de gloria y de justicia.

El alma que contigo se juntare
cierto reprimirá cualquier deseo
que contra el propio bien la vida encare

(...)

Quiero también, Montano, entre otras cosas,
no lejos descubrir de nuestro nido
el alto mar, con ondas bulliciosas:

dos elementos ver, uno movido
del aéreo desdén, otro fijado,
sobre su mismo peso establecido;

ver uno desigual, otro igualado,
de mi colores éste, aquél mostrando
el claro azul del cielo no nublado.

Bajaremos allá de cuando en cuando,
altas y ponderadas maravillas
en recíproco amor juntos tratando.

Verás por ls marítimas orillas
la espumosa resaca entre el arena
bruñir mil blancas conchas y lucillas,

en quien hiriendo el sol con luz serena,
echan como de sí nuevos resoles
do el rayo visual su curso enfrena.

Verás mil retorcidas caracoles,
mil bucios istrïados, con señales
y pintas de lustrosos arreboles:

los unos del color de los corales,
los otros de la luz que el sol represa
en los pintados arcos celestiales,

de varia operación, de varia empresa,
despidiendo de sí como centellas,
en rica mezcla de oro y de turquesa.

Cualquiera especie producir de aquéllas
verás (lo que en la tierra no acontece)
pequeñas en extremo y grandes dellas,

donde el secreto, artificioso pece
pegado está, y en otros despegarse
suele y al mar salir, si le parece,

(por cierto, cosa dina de admirarse
tan menudo animal sin niervo y hueso
encima tan gran máquina arrastrarse,

crïar el agua un cuerpo tan espeso
como la concha, casi fuerte muro
reparador de todo caso avieso,

todo de fuera peñascoso y duro,
liso de dentro, que al salir injuria
no haga a su señor tratable y puro),

el nácar, el almeja y la purpuria
venera, con matices luminosos
que acá y allá del mar siguen la furia.

¡Ver los marinos riscos cavernosos
por alto y bajo en varia forma abiertos,
do encuentran mil embates espumosos;

los peces acudir por sus inciertos
caminos con agalla purpurina,
de escamoso cristal todos cubiertos!

También verás correr por la marina,
con sus airosas tocas, sesga y presta,
la nave, a lejos climas peregrina.

Verás encaramar la comba cresta
del líquido elemento a los extremos
de la helada región, al fuego opuesta;

los salados abismos miraremos
entre dos sierras de agua abrir cañada,
que de temor Carón suelta sus remos.

jueves, 28 de abril de 2011

Crítica a la poligamia y también al matrimonio

En varias ocasiones he expuesto mis ideas sobre estos temas (aunque también es cierto que han cambiado), por lo que esta vez lo haré de manera breve.

Crítica al matrimonio

El problema no es que dos sujetos decidan ser monógamos, sino que sean presionados para eso, y reciban la "bendición" de la iglesia, el Estado y la sociedad. También lo es que prometan algo que quién sabe si cumplirán, porque además el amor no se promete, es absurdo. El amor implica compromiso, con uno y con el otro, pero compromiso no es lo mismo que promesa. Además de esto, el matrimonio, en buena medida por todo lo dicho, suele convertirse en algo en mayor o menor medida empobrecedor de los sujetos, que se sienten encadenados por múltiples cosas.


Crítica a la poligamia

Algunos han dicho que la poligamia es natural en el ser humano, otros lo han dicho de la monogamia, aunque últimamente ha cobrado más fuerza la primera idea. Lo cierto es que puede haber muchas cosas "naturales" que no por eso se deben seguir, pues por eso tenemos voluntad (aunque tampoco estoy diciendo que se deba artificializar todo). Los instintos son naturales, pero eso no significa que debamos seguirlos siempre, pues sería contraproducente en varios casos. ¿Qué pasa con la homosexualidad, por ejemplo, que los conservadores siempre han llamado "antinatural"? ¿Todos debemos ser heterosexuales para no contravenir la naturaleza? El argumento de la naturaleza no es natural..., y por otro lado, no es tampoco necesariamente libertario ni ecologista.
Michel Onfray y varios critican al matrimonio por razones como las arriba expuestas. El filósofo francés dice que es imposible ser monógamo siempre, que tarde o temprano todos dejaremos de serlo, o de otro modo la monogamia sería una cárcel, sería represión. Antes me parecía muy convincente, pero ahora creo que no toda la monogamia es como Onfray la pinta. Él, como muchos, es producto de una sociedad cristiana decadente y a la vez del 68 que luchaba por la liberación de todo... Pero creo que si pudiéramos pensar y vivir la monogamia de otra manera, lejos de la norma social y cristiana, podríamos juzgarla de manera más racional, menos impulsiva y más justa. No se trata de prohibir la poligamia. Entre adultos no se pueden prohibir esas cosas unos a otros, y si se intenta trae pésimos resultados.
Es una falacia que la monogamia es amor, pero es igualmente una falacia que la polgamia es libertad. Quizá poligamia y monogamia son dos caras de la misma moneda. La pregunta es, ¿el amor lleva a la monogamia cuando está en cierto grado de intensidad o de profundiad, sinceridad y valor?
Se dice que se debe ser valiente para ser polígamo, ¿pero no se debe ser valiente también, quizás aún más, para ser monógamo en una sociedad de consumo y desecho como la nuestra? Valiente para rechazar, valiente para llegar a cimas poco exploradas por el común de las personas, para decantar la carne y el espíritu.

martes, 26 de abril de 2011

Haikus de estudiantes 2

Amor profundo
como agua de río
llena los mares.

Jocelin García M.



Olas que retumban
sobre lo oscuro
de un coral

Diego Yobany Amaya Valencia



La princesa feliz
pensando eso
príncipe amoroso

Josué Eduardo De los Santos Cruz



Tu sonrisa es asombrosa
se parece a una rosa

Lissete Jazmín Padilla García



Con las hermosas aletas
nada contento el pez
dentro de la larga laguna

Fanny Huertas



El dragón sopla
el gran fuego
de la vida.

Gerardo Carmona



En un puente peatonal
pensando qué hice mal
cuando otro fue el animal.

Yatzareth Romero Olmos



El perro en la banqueta
orinando el poste.

Gerardo Torres Pineda



La lagartija
en la pared
haciendo lagartijas.

José Antonio Madrigal Zumano



En mis suspiros un latido
en mi latido un sufrir.

Melissa Madrigal Rodríguez



Las tortugas en la arena
haciendo carreras.

Maricruz Gómez Ortuño

Algunos capítulos de Así hablaba Zaratustra

Federico Nietzsche

De las tres transformaciones

Tres transformaciones del espíritu os menciono: cómo el espíritu se convierte en camello, y el camello en león, y el león, por fin, en niño.
Hay muchas cosas pesadas para el espíritu, para el espíritu fuerte, de carga, en el que habita la veneración: su fortaleza demanda cosas pesadas, e incluso las más pesadas de todas.
¿Qué es pesado?, así pregunta el espíritu de carga, y se arrodilla, igual que el camello, y quiere que lo carguen bien. ¿Qué es lo más pesado, héroes?, así pregunta el espíritu de carga, para que yo cargue con ello y mi fortaleza se regocije. ¿Acaso no es: humillarse para hacer daño a la propia soberbia? ¿Hacer brillar la propia tontería para burlarse de la propia sabiduría?
¿O acaso es: apartarnos de nuestra causa cuando ella celebra su victoria? ¿Subir a altas montañas para tentar al tentador?
¿O acaso es: alimentarse de las bellotas y de la hierba del conocimiento y sufrir hambre en el alma por amor a la verdad? ¿O acaso es: estar enfermo y enviar a paseo a los consoladores, y hacer amistad con sordos, que nunca oyen lo que tú quieres?
¿O acaso es: sumergirse en agua sucia cuando ella es el agua de la verdad, y no apartar de sí las frías ranas y los calientes sapos?
¿O acaso es: amar a quienes nos desprecian y tender la mano al fantasma cuando quiere causarnos miedo?
Con todas estas cosas, las más pesadas de todas, carga el espíritu de carga: semejante al camello que corre al desierto con su carga, así corre él a su desierto.
Pero en lo más solitario del desierto tiene lugar la segunda transformación: en león se transforma aquí el espíritu, quiere conquistar su libertad como se conquista una presa y ser señor en su propio desierto.
Aquí busca a su último señor: quiere convertirse en enemigo de él y de su último dios, con el gran dragón quiere pelear para conseguir la victoria.
¿Quién es el gran dragón, al que el espíritu no quiere seguir llamando señor ni dios?
«Tú debes» se llama el gran dragón. Pero el espíritu del león dice «yo quiero».
«Tú debes» le cierra el paso, brilla como el oro, es un animal escamoso, y en cada una de sus escamas brilla áureamente «¡Tú debes!».
Valores milenarios brillan en esas escamas, y el más poderoso de todos los dragones habla así: «todos los valores de las cosas - brillan en mí».
«Todos los valores han sido ya creados, y yo soy - todos los valores creados. ¡En verdad, no debe seguir habiendo ningún “Yo quiero!”» Así habla el dragón.
Hermanos míos, ¿para qué se precisa que haya el león en el espíritu? ¿Por qué no basta la bestia de carga, que renuncia a todo y es respetuosa?
Crear valores nuevos - tampoco el león es aún capaz de hacerlo: mas crearse libertad para un nuevo crear - eso sí es capaz de hacerlo el poder del león.
Crearse libertad y un no santo incluso frente al deber: para ello, hermanos míos, es preciso el león.
Tomarse el derecho de nuevos valores - ése es el tomar más horrible para un espíritu de carga y respetuoso. En verdad, eso es para él robar, y cosa propia de un animal de rapiña.
En otro tiempo el espíritu amó el «Tú debes» como su cosa más santa: ahora tiene que encontrar ilusión y capricho incluso en lo más santo, de modo que robe el quedar libre de su amor: para ese robo se precisa el león.
Pero decidme, hermanos míos, ¿qué es capaz de hacer el niño que ni siquiera el león ha podido hacer? ¿Por qué el león rapaz tiene que convertirse todavía en niño?
Inocencia es el niño, y olvido, un nuevo comienzo, un juego, una rueda que se mueve por sí misma, un primer movimiento, un santo decir sí.
Sí, hermanos míos, para el juego del crear se precisa un santo decir sí: el espíritu quiere ahora su voluntad, el retirado del mundo conquista ahora su mundo.
Tres transformaciones del espíritu os he mencionado: cómo el espíritu se convirtió en camello, y el camello en león, y el león, por fin, en niño.


Del amor al prójimo
Vosotros os apretujáis alrededor del prójimo y tenéis hermosas palabras para expresar ese vuestro apretujaros. Pero yo os digo: vuestro amor al prójimo es vuestro mal amor a vosotros mismos.
Cuando huis hacia el prójimo huís de vosotros mismos, y quisierais hacer de eso una virtud: pero yo conozco vuestro «desinterés».
El tú es más antiguo que el yo; el tú ha sido santificado, pero el yo, todavía no: por eso corre el hombre hacia el prójimo.
¿Os aconsejo yo el amor al prójimo? ¡Prefiero aconsejaros la huida del prójimo y el amor al lejano!
Más elevado que el amor al prójimo es el amor al lejano y al venidero; más elevado que el amor a los hombres es el amor a las cosas y a los fantasmas.
Ese fantasma que corre delante de ti, hermano mío, es más bello que tú; ¿por qué no le das tu carne y tus huesos ? Pero tú tienes miedo y corres hacia tu prójimo.
No conseguís soportaros a vosotros mismos y no os amáis bastante: por eso queréis seducir al prójimo a que ame, y doraros a vosotros con su error.
Yo quisiera que no soportaseis a ninguna clase de prójimo ni a sus vecinos; así tendríais que crear, sacándolo de vosotros mismos, vuestro amigo y su corazón exuberante.
Invitáis a un testigo cuando queréis hablar bien de vosotros mismos; y una vez que lo habéis seducido a pensar bien de vosotros, también vosotros mismos pensáis bien de vosotros.
No miente tan sólo aquel que habla en contra de lo que sabe, sino ante todo aquel que habla en contra de lo que no sabe. Y así es como vosotros habláis de vosotros en sociedad, y, al mentiros a vosotros, mentís al vecino.
Así habla el necio: «el trato con hombres estropea el carácter, especialmente si no se tiene ninguno».
El uno va al prójimo porque se busca a sí mismo, y el otro, porque quisiera perderse.
Vuestro mal amor a vosotros mismos es lo que os trueca la soledad en prisión.
Los más lejanos son los que pagan vuestro amor al prójimo; y en cuanto os juntáis cinco, siempre tiene que morir un sexto.
Yo no amo tampoco vuestras fiestas: demasiados comediantes he encontrado siempre en ellas, y también los espectadores se comportaban a menudo como comediantes.
Yo no os enseño el prójimo, sino el amigo. Sea el amigo para vosotros la fiesta de la tierra y un presentimiento del superhombre.
Yo os enseño el amigo y su corazón rebosante. Pero hay que saber ser una esponja si se quiere ser amado por corazones rebosantes.
Yo os enseño el amigo en el que el mundo se encuentra ya acabado, como una copa del bien, - el amigo creador, que siempre tiene un mundo acabado que regalar.
Y así como el mundo se desplegó para él, así volverá a plegársele en anillos, como el devenir del bien por el mal, como el devenir de las finalidades surgiendo del azar.
El futuro y lo lejano sean para ti la causa de tu hoy: en tu amigo debes amar al superhombre como causa de ti.
Hermanos míos, yo no os aconsejo el amor al prójimo: yo os aconsejo el amor al lejano.
Así habló Zaratustra.

lunes, 25 de abril de 2011

Algunos capítulos del Tao Te King

Lao-Tse


XLVI
Cuando el Tao reina en el mundo, los mejores caballos sirven para acarrear estiércol.
Cuando el Tao se ha perdido en el mundo, los caballos de la guerra se crían hasta en los arrabales.
No hay mayor error que el tener muchos deseos.
No hay mayor desgracia que el ser insaciable.
No hay mayor defecto que las ansias de poseer.
Por eso quien se basta con lo que tiene, tendrá siempre bastante.

XLVII
Se puede conocer el mundo sin salir por la puerta.
Sin mirar por la ventana se puede conocer el Camino del Cielo.
Cuanto más lejos se va, menos se aprende.
Por eso el sabio, para conocerlo todo, no necesita viajar.
Nombra las cosas sin mirarlas.
No actúa, y sin embargo, se realiza.

LXX
Mis palabras son fáciles de entender y fáciles de llevarlas a la práctica.
Pero nadie en el mundo entero las entiende, ni nadie las lleva a la práctica.
Mis palabras tienen un ancestro y mis acciones, un maestro.
Y precisamente porque nadie los conoce, nadie me comprende.
Pocos son los que me comprenden y esto es lo que hace mi gloria.
Por eso el sabio se viste con pobres ropajes y guarda en su pecho una joya.

sábado, 23 de abril de 2011

Diálogo restringido

"Sócrates prefería ser considerado contundente y exquisito que preferir que sus compatriotas siguieran viviendo sin pensar."

Alain de Botton


Eso le costó la vida...

Y la gente sigue sin pensar.

El diálogo es una de las mejores formas de convivir y de mejorar las cosas, como observan, entre otros, Paulo Freire. El problema es que con mucha gente sólo se puede dialogar hasta cierto grado (hablar, por ejemplo del futbol o el clima), y eso si bien te va...

viernes, 22 de abril de 2011

Los 3 venenos

Tres son los venenos del alma humana: egoísmo, ilusión y enojo.

Boddhidharma

Sabiduría y memoria

"Diógenes se inspiró (para escribir frases en muros) en una tesis epicúrea muy importante: la de que, para vivir con sabiduría, no basta leer un argumento filosófico una o dos veces. Necesitamos recordarlo constantemente, o lo olvidaremos. (...) Tenemos que combatir la influencia de la publicidad, creando anuncios que nos recuerden lo que en verdad necesitamos."

Alain de Botton

jueves, 21 de abril de 2011

Schopenhauer contra Fromm sobre el amor

Alain de Botton explica en un video (http://www.youtube.com/watch?v=SwdNeeJJ-S0&NR=1) la idea de Arthur Schopenhauer sobre el amor: un impulso biológico perecedero (idea predarwiniana y prefreudiana). Afirma que el amor no tiene nada qué ver con la felicidad, aunque pueda traer muy buenos momentos.
Por su parte, Erich Fromm dice que el ser humano tiene efectivamente ese impulso animal, pero el amor es otra cosa. El sexo alimenta al amor, pero llega un momento en que el amor alimenta al sexo. El amor (en todas sus formas) es lo que da sentido a la existencia humana para este autor y está muy relacionado con la felicidad.
Así pues, ambos filósofos afirman ideas prácticamente opuestas. Schopenhauer invita a olvidarnos del amor, pues es una mentira (recordemos su pesimismo), es sólo un impulso biológico socializado y mitificado. De hecho también invita a rechazar el sexo (aunque eso no lo menciona Botton) porque al generar deseo, genera sufrimiento. Fromm, en cambio, invita a ver al amor como el centro de la existencia, especificando que es un arte que requiere esfuerzo pero lleva a la plenitud, de la cual el sexo es una faceta exquisita pero no su finalidad.
Me quedo con Fromm. Sin duda tenemos un origen evolutivo animal y un cuerpo, fundamental. Pero la mente es tan poderosa que puede incidir en el cuerpo mismo, y generar o dejar de generar sensaciones y posibilidades que a cualquier otra especie le resultarían imposibles. Podemos llegar a cimas o simas que serían imposibles si únicamente siguiéramos los dictados de la especie (aunque muchos hagan eso).
¿Qué piensa el lector?

Nietzsche y el sufimiento

Excelente video con Alain de Botton sobre el pensamiento de Nietzsche. Esta es la primera parte de 3. Las demás se encuentran también en YouTube.

http://www.youtube.com/watch?v=bOxV3RnCrYI&feature=related

miércoles, 20 de abril de 2011

El mal actor de sus emociones

Julio Torri


Y llegó a la montaña donde moraba el anciano. Sus pies estaban ensangrentados de los guijarros del camino, y empeñado el fulgor de sus ojos por el desaliento y el cansancio.

-Señor, siete años ha que vine a pedirte consejo. Los varones de los más remotos países alababan tu santidad y tu sabiduría. Lleno de fe escuché tus palabras: “Oye tu propio corazón, y el amor que tengas a tus hermanos no lo celes”. Y desde entonces no encubría mis pasiones a los hombres. Mi corazón fue para ellos como guija en agua clara. Mas la gracia de Dios no descendió sobre mi. Las muestras de amor que hice a mis hermanos las tuvieron por fingimiento. Y he aquí que la soledad obscureció mi camino.

El ermitaño le besó tres veces en la frente; una leve sonrisa alumbró su semblante, y dijo:
-Encubre a tus hermanos el amor que les tengas y disimula tus pasiones entre los hombres, porque eres, hijo mío, un mal actor de tus emociones.

martes, 5 de abril de 2011

Haikus metaleros

I

La gente quiere cosas dulces
aunque sean falsas o empalagosas,
son niños pervertidos.


II

El metal es contundente,
un mazazo, volar rápido,
eso a muchos no les gusta.
En el corazón de la Tierra hay vientos de metal.


Abraham Sánchez Guevara

viernes, 1 de abril de 2011

Haikus de estudiantes

Aquí publico algunos haikus de estudiantes míos. Juzguen ustedes :D



La avestruz enojona
busca comida
para sus críos.


Virginia Castro Padilla





La iguana
pensativa
sobre la carretera.


Julio César Becerril González





Se desvanece el sol
sobre el canto
de un gorrión.


Diego Yobany Amaya Valencia





Tu sonrisa
dulce como la miel
me hace feliz.


Natali Zacarías Salvador





¡Ay amigo,
que entre las personas
te apendejas!


Víctor Manuel Peña Marcelino





Mi celular vibrando
El niño que me gusta me está llamando
Yo en clase, elaborando un haiku.


Yatzareth Romero Olmos





Estaba en el paraíso
sentado, esperando
a mi hermoso perro.


Edwin Valdivia Mendoza





Con sus orejas mojadas
el burro siente la lluvia.


Fernando Velázquez