jueves, 28 de abril de 2011

Crítica a la poligamia y también al matrimonio

En varias ocasiones he expuesto mis ideas sobre estos temas (aunque también es cierto que han cambiado), por lo que esta vez lo haré de manera breve.

Crítica al matrimonio

El problema no es que dos sujetos decidan ser monógamos, sino que sean presionados para eso, y reciban la "bendición" de la iglesia, el Estado y la sociedad. También lo es que prometan algo que quién sabe si cumplirán, porque además el amor no se promete, es absurdo. El amor implica compromiso, con uno y con el otro, pero compromiso no es lo mismo que promesa. Además de esto, el matrimonio, en buena medida por todo lo dicho, suele convertirse en algo en mayor o menor medida empobrecedor de los sujetos, que se sienten encadenados por múltiples cosas.


Crítica a la poligamia

Algunos han dicho que la poligamia es natural en el ser humano, otros lo han dicho de la monogamia, aunque últimamente ha cobrado más fuerza la primera idea. Lo cierto es que puede haber muchas cosas "naturales" que no por eso se deben seguir, pues por eso tenemos voluntad (aunque tampoco estoy diciendo que se deba artificializar todo). Los instintos son naturales, pero eso no significa que debamos seguirlos siempre, pues sería contraproducente en varios casos. ¿Qué pasa con la homosexualidad, por ejemplo, que los conservadores siempre han llamado "antinatural"? ¿Todos debemos ser heterosexuales para no contravenir la naturaleza? El argumento de la naturaleza no es natural..., y por otro lado, no es tampoco necesariamente libertario ni ecologista.
Michel Onfray y varios critican al matrimonio por razones como las arriba expuestas. El filósofo francés dice que es imposible ser monógamo siempre, que tarde o temprano todos dejaremos de serlo, o de otro modo la monogamia sería una cárcel, sería represión. Antes me parecía muy convincente, pero ahora creo que no toda la monogamia es como Onfray la pinta. Él, como muchos, es producto de una sociedad cristiana decadente y a la vez del 68 que luchaba por la liberación de todo... Pero creo que si pudiéramos pensar y vivir la monogamia de otra manera, lejos de la norma social y cristiana, podríamos juzgarla de manera más racional, menos impulsiva y más justa. No se trata de prohibir la poligamia. Entre adultos no se pueden prohibir esas cosas unos a otros, y si se intenta trae pésimos resultados.
Es una falacia que la monogamia es amor, pero es igualmente una falacia que la polgamia es libertad. Quizá poligamia y monogamia son dos caras de la misma moneda. La pregunta es, ¿el amor lleva a la monogamia cuando está en cierto grado de intensidad o de profundiad, sinceridad y valor?
Se dice que se debe ser valiente para ser polígamo, ¿pero no se debe ser valiente también, quizás aún más, para ser monógamo en una sociedad de consumo y desecho como la nuestra? Valiente para rechazar, valiente para llegar a cimas poco exploradas por el común de las personas, para decantar la carne y el espíritu.

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