viernes, 18 de marzo de 2011

Pedagogía e independencia

Dos cosas no me gustan de la pedagogía: su uso más común en esta sociedad, como parte de un sistema de sumisión, y su misma etimología: 'conducir al niño', que puede también significar lo mismo, al menos en parte. Sin embargo, ha habido pedagogos, como Paulo Freire, entre otros, que han señalado la necesidad de una pedagogía de la liberación. Se requiere entonces usar la pedagogía (una pedagogía de la liberación, por supuesto) para luego subvertirla. Es decir, conducir a los estudiantes hacia la liberación, pero sólo ellos podrán liberarse a sí mismos; mostrarles el camino que ellos han de continuar, pues de otro modo seguiría habiendo dependencia. Enseñar a ser independientes. En teoría toda disciplina aspira a eso, pues de otro modo se caería en el estancamiento, pero en la práctica se enseña la dependencia, más que a un maestro, a un sistema social que se da por inmutable. Por eso no basta con que los estudiantes sepan leer, escribir, o adquieran conocimientos científicos (ahora el sistema ya no quiere ni siquera eso y está empobreciendo los contenidos de las asignaturas), sino que deben ser capaces de crear su propio discurso, su propia ciencia, su propia sociedad, sin que las instituciones capitalistas, privadas o públicas, dicten las pautas.

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