Abraham Sánchez Guevara
En ciertos momentos de la vida, uno quiere ser "mejor" en algo, uno aspira a ser "tan bueno" como alguien más, o incluso "superarlo". De hecho, es la obsesión de muchas personas. No importa de qué se trate: dinero, atractividad, talento, fuerza, inteligencia, nobleza... Nos han dicho que tenemos que competir, que "dar el ancho" (¿qué significará eso?), que "ser alguien", que "ser los mejores". Propongo tratar de dejar eso atrás. Basta de frustrarnos y de señalar a los demás como ídolos o como mediocres aprendices. Hay que aprender de los demás, sí, pero nunca olvidando que la vida que vamos a vivir es la nuestra, que nuestros intereses, gustos, aspiraciones y por lo tanto capacidades, son distintas y únicas.
1 comentario:
Muy buena reflexión.
Atte. Carlita.
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